Os pego la carta de presentación de nuestro amigo Héctor, mediante la cual espera la incluión en ficha para LEMON CB en las dos semanas de Febrero que estará con nosotros en Sevilla, se esperan vuestros comentarios:
Desde los 5 años, el abajo firmante, inició su carrera en el fascinante mundo del BA-LON-CES-TO. El primer año, al no tener la edad mínima para participar en las competiciones, simplemente asistía a los entrenamientos y chupaba información de sus compañeros del parque infantil. Al año siguiente, ya con 6 tacos, empezaron las andaduras, pasando en primer lugar por el número 5 y, con los años, por casi todos los números posibles disponibles (6,7,9,10,12 y 15).
Después del primer año, "el trucha" (conocido en ese periodo con dicho nombre) pasó con su colega de aventuras, "el churry", a jugar en el Colegio San José, año en el que nos lo pasamos muy bien. En este primer año empezaron a despuntar una de las características por las que a lo largo de los años le han hecho "conocido", picar a los contrincantes, pasar de ellos, marrullear… y un sin fin de "lamentables" comportamientos. En ese año, durante un partido contra el Colegio Santa Ana, no tuvo otra idea que, ante la paliza que le estaban dando, tumbarse en medio del campo e iniciar a bostezar. La entrenadora, ante tal comportamiento, no pudo más que preguntar si se encontraba bien, a lo que "el trucha" respondió: No, no, estoy bien, simplemente es que son muy malos y me aburro. La reacción de la entrenadora no fue otra que la de cambiar a dicho elemento y no convocarle más en toda la temporada (menudo ejemplo de deportividad y buen rollo daba el menda).
Bueno, después de dejar huella en el colegio, decidió volver al Club Náutico para iniciar la categoría de infantiles, no sin antes pasar todo un mes en el campus de baloncesto Montero-Villacampa, en el que tuvo el placer de jugar y disfrutar (y de hacerle una grecada) a uno de sus ídolos, Jordi Villacampa. Al término del mencionado campus, dio comienzo su primer año de infantiles en el Náutico, al que sucedió el segundo año en el Caja San Fernando. En ese club fue donde tuvo que jugar con tres números diferentes. La causa de ello: la pequeña estatura que poseía y la única opción de coger las camisetas más pequeñas que tenían, aunque, aún así, "La pepa" tuvo que echar mano de sus dotes de sastra para "achicar" lo más posible las mismas.
Al terminar la época de infantiles, dio comienzo la etapa de cadetes, de nuevo en el Club Náutico, en la que tuvo el placer de jugar con personajes destacados: Manolo Bombo, Chavi Carrasco, Canete, y con un entrenador singular que nos dio la posibilidad de reírnos como cabrones (etegay). Todavía se recuerda la historia del ñordo en Carmona y la machada de Pablito al salir de titular, no duró ni 30 segundos y no fue por lesión. Además en ese partido, asistimos a un tiro de medio campo por parte de Chavi Carrasco que no venía a cuento, con el posterior rebote de ete, y las risas interminables del resto de componentes del equipo.
La época de juveniles fue buena, interesante y prometedora. Elevando su propio nivel de juego, su comportamiento y el respeto hacia sus compañeros y rivales, "el greko" empezaba a disfrutar de sus mejores años en compañía de grandes jugadores como: Ale, Ángel, Migue Capilla, Julio, Valladares, Queco…Estos dos años le dieron la posibilidad de ser convocado junto con Ángel, al equipo senior. Experiencia grata y llena de humildad.
La etapa senior fue bastante prometedora al inicio, pero se vio truncada repentinamente ante las injusticias y ataques que sufrieron él y su compañero Ángel. Ante dichas injusticias, volvió a salir a la luz ese carácter rebelde que le llevó a encararse con el capitán del equipo, el entrenador y quien se pusiera por delante. El resultado: después de comenzar un calvario, antecedido por semanas de titularidad y buen juego, en el que sufrían (tanto él como Ángel) suspensiones en los entrenamientos y ni un sólo minuto de partido, éste no tuvo otra idea que, durante un entrenamiento, coger la mochila y el buen rollo y mandar a to dios a tomar por culo.
Después de este lamentable acontecimiento y el trato recibido por sus mayores, decidió disfrutar del baloncesto, cervecitas y tapitas con el añorado Club El Cuchareo, donde disfrutó como un niño del baloncesto, de las noches sin dormir y de algún que otro malestar producido por las borrosas noches sevillanas en compañía de su, siempre, compañero de viaje, Pablo.
Bien, hasta aquí podemos contar. Dejamos a vuestra disposición la memoria de la que ahora tenéis conocimiento y de la esperamos salga un veredicto positivo.
Desde tierras sardas, con cariño y buen rollo.
Héctor, aiooooooo
3 comentarios:
Ni que decir tiene, que el trucha cuenta con un voto positivo por mi parte, muy bonita la carta de presentación, un abrazo a todos y FELIZ NAVIDAD!!
no acabamos de empezar y ya hemos terminado. explico: el 1 de febrero hàector no habràa llegado aun y el 15 ya noe estara. el 8 es jornada de descanso de lemon.
tesorero. con hector y la familia italiana
feliz navidad
Con esta muestra de humildad y sinceridad se ha ganado mi voto positivo.....
No olvidemos que LEMON C.B. es una gran familia en la que todas las buenas personas tiene cabida.
Vuestra estrella... Kike López
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